Isabel Plá, Ministra de la Mujer y de la Equidad de Género
“Nosotros queremos dejar una huella muy importante de modernidad y equidad en la forma de relacionarnos mujeres y hombres en Chile”
Continuando con nuestro ciclo de entrevistas, en esta oportunidad, nos reunimos con la Ministra Isabel Plá, con quien tuvimos una grata conversación acerca de su liderazgo y los desafíos que deberá abordar desde su cargo.
¿Qué significa para ti ser la actual Ministra de la Mujer y de la Equidad de Género?
Ser Ministra de la mujer y de la equidad de género significa una enorme responsabilidad, un honor y un desafío demasiado importante para mí y para el país, porque nosotros creemos de verdad que para saltar a ser un país desarrollado, debemos resolver las brechas que venimos todavía arrastrando en los temas de mujer, que se han ido resolviendo, se han ido abordando en las últimas décadas, pero todavía hay una brecha muy importante y significativa en casi todo orden de cosas, desde la ley, acceso al trabajo, brecha salarial, en pensión, en fin, en prácticamente todo.
De todos tus atributos, ¿cuáles son en tu opinión los más importantes para este cargo, como persona y como profesional?
He aprendido a convocar, a formar y a empoderar equipos. Eso es algo que pienso que en estos meses me ha ayudado. Además soy una persona bien disciplinada en mi vida, para levantarme muy temprano, para trabajar, para estudiar: yo he ido cultivando la disciplina… con los años he ido convirtiéndome en una persona disciplinada a lo que he sumado la experiencia política.
¿Qué define a una mujer líder hoy en nuestro país?
Son bien identificables, no quiere decir que no hayan otros elementos del perfil o atributos que la identifiquen, pero yo encuentro que hay algunos bien importantes: primero, normalmente son mujeres muy abiertas al cambio, que de una manera muy conciliadora impulsan cambios movilizadores y positivos; segundo son mujeres muy conectadas con lo que pasa en el país y normalmente ese liderazgo no es para ellas, no se lo proyectan para ellas mismas, siempre tienen un link con algo de la sociedad civil. Muchas veces forman parte de las organizaciones sindicales en el caso de las trabajadoras, o de sus propios gremios. Casi siempre ese liderazgo está bien expresado en tener una participación adicional a su trabajo remunerado. Y lo otro, las mujeres líderes en Chile, las que yo identifico, con las que yo me topo todos los días, son convocantes, y siempre hay un pretexto para hacerlo, un seminario, un foro, una mesa técnica. Son convocantes para comprometer. Algo puede haber en el ambiente, pero alguien tiene que conducirlo. Yo me junto mucho con líderes, las dirigentes del gremio, de sindicatos, las asociaciones, de fiscales, de justicia. Nosotros somos un ministerio que entre otras cosas impulsa el liderazgo de las mujeres en todas las áreas.
¿Cuáles son tus principales metas para el período que estarás ejerciendo como Ministra de la Mujer y Equidad de Género?
Nosotros tenemos una hoja de ruta que tiene cuatro pilares, si nosotros logramos concretar al menos una política en cada uno de esos cuatro pilares yo me voy a sentir muy satisfecha. En el primer gobierno del Presidente Piñera nosotros dejamos una huella en esta materia en temas que en ese entonces eran muy relevantes, como por ejemplo duplicar el permiso del tiempo post natal, que es una demanda muy transversal, terminar de tramitar la ley de femicidio, que también era una demanda muy simbólica, que fue un proyecto que se inició en el primer gobierno de la Presidenta Bachelet que cuando nosotros llegamos al gobierno estaba en comisión mixta, en un proceso que necesitaba mucho acuerdo y nosotros fuimos capaces de impulsarlo y se promulgó esa ley. En esta etapa nosotros queremos dejar una huella muy importante de modernidad y equidad en la forma de relacionarnos mujeres y hombres en Chile. Yo estaría feliz si logramos cerrar varias brechas en la ley, por ejemplo si logramos modernizar la sociedad conyugal, si logramos concretar la reforma de la sala cuna, que va a terminar con la discriminación en que solo tienen derecho a sala cuna las trabajadoras que están en empresas que tienen 19 trabajadoras o menos. Un desafío ya más de país y de gobierno y que compartimos con el Presidente, bueno todos son compartidos con el Presidente por supuesto, son los desafíos de él, pero que compartimos muy especialmente con el Ministro del Interior Andrés Chadwick, es dar una batalla muy dura en contra de la violencia. No hay que tenerle miedo, en general se le tiene miedo a ese desafío, porque es un delito distinto a todos los demás delitos, hay muchos elementos que están involucrados. Para empezar, la mayor parte de las víctimas de pareja o de violencia intrafamiliar son mujeres, se los digo al tiro porque inmediatamente cuando uno habla esto dicen “pero también hay hombres violentados”, pero son los menos. O sea, de cien denuncias, ochenta y siete son mujeres. Entonces es un delito que tiene a las mujeres, pero que tiene muchos elementos vinculados. Generalmente son mujeres que tiene una dependencia económica y a veces también emocional con su agresor y eso hace difícil romper el círculo. Tampoco vamos a ser un país desarrollado si no damos una batalla muy fuerte en ese sentido.
“El rol de la mujer ha cambiado bastante, pero el principal obstáculo es la cultura organizacional y yo creo que mientras más grande la empresa es más difícil, necesita más trabajo.”
¿Qué barreras crees que existen en el ámbito profesional para el liderazgo femenino? ¿Realmente está cambiando el rol de la mujer o todavía queda mucho por avanzar?
Ha cambiado bastante, pero el principal obstáculo es la cultura organizacional y yo creo que mientras más grande la empresa es más difícil, necesita más trabajo. Cuando converso con gerentes de algunas empresas grandes me dicen “nosotros queremos, estamos tratando, pero nos cuesta, por ejemplo en las plantas nos cuesta que la gerenta de planta sea mujer”. Yo creo que faltan dos cosas bien importantes: uno el cambio de cultura, o sea que las empresas entiendan que es un win win, que si ellos van derribando las barreras en esta materia, por supuesto que genera oportunidades para las mujeres, justicia para las mujeres, para las trabajadoras en los niveles que sea, genera un espacio de mucha credibilidad para las empresas y también una ganancia desde el punto de vista de la diversidad y de la integración. Lo otro importante es que nosotros seamos un país verdaderamente con una cultura de co-responsabilidad desde la perspectiva de la familia.
¿Cómo te inspiras para liderar?
Yo observo harto y mi inspiración más potente fue formar parte, en el primer gobierno de Sebastián Piñera, del equipo de Cristián Larroulet y de un mini equipo de Gonzalo Blumel, quien fue jefe mío por ocho años. Ellos son personas que tienen una característica muy importante: son formadores y conductores de equipos y esa es una fuente a la que yo vuelvo permanentemente “a ver, cuando estábamos en esta situación cómo lo hacíamos”, lo tengo bastante grabado. No tengo lecturas, tengo más bien experiencias y pregunto mucho también.
¿Quiénes han sido tus mentores en el plano personal y político, y por qué?
Yo tengo varios mentores, pero los principales son los cuatro que te voy a nombrar ahora: María Angélica Christi; yo trabajé 20 años con ella, ella es una mentora importante en mi vida, yo estaba en política desde antes de conocerla y me invitó a ser parte de esta vida full time, no “de a ratitos”. Yo tenía una pega distinta, estaba en otra cosa, nada que ver, contenta y ella me invitó a que formara parte de su equipo. Ella estaba rearmando su equipo, me invitó con harta insistencia y yo le hice caso y ella me generó esa oportunidad y aprendí muchísimas cosas, especialmente de lo que significa el mundo de la vulnerabilidad, la pobreza, la vida de la inmensa mayoría de los chilenos. Nos metimos en el tema de la mujer, ella es autora y coautora de varias leyes en Chile, tiene varias reformas de las pensiones de alimentos, ella y María Antonieta Saa y Adriana Muñoz, hoy en día Senadora, es autora de la ley de acoso sexual laboral. Después tengo un mentor que se llama Sebastián Piñera, por supuesto, yo creo que todos los ministros lo tenemos, no se lo proponen ellos, pero cuando un Presidente de la República te nombra ministro, está haciendo lo que en política puede ser la máxima de las mentorías. Te está poniendo en un lugar con una enorme responsabilidad y visibilidad. En mi opinión, no puede haber un espacio de mentoría más claro que ese. Y en formación y aprendizaje Cristián Larroulet y Gonzalo Blumel, a pesar de que Gonzalo es mucho menor que yo. Yo necesitaba la mirada de los más jóvenes.
¿Qué podrías destacar sobre el trabajar en equipo?
Es que mi gabinete es lo máximo. Son comprometidos a toda prueba, comprometidos con una causa, realmente a toda prueba y muy afectuosos conmigo, tengo que reconocerlo. Me siento acompañada. Son pocos, comparados con otros equipos ministeriales, ellos saben que son pocos, pero son muy aperrados y yo me siento muy tranquila en ese sentido, confío 100% en su lealtad y en su capacidad de trabajo. Y cuando ha habido un problema o alguna cosa que corregir, yo reservadamente invito a esa persona a tomarse un café y me doy cuenta que intenta corregirlo. Ahora, ha sido muy pocas veces en estos meses, han sido muy contadas y muy clarito lo que ha pasado, pero yo destaco el compromiso con la causa, la lealtad y la capacidad de trabajo, porque somos pocos y la pega es mucha, nosotros tenemos una agenda súper pesada y eso lo quiero destacar. Y además entre ellos han desarrollado un muy buen equipo, son súper amigos o por lo menos eso es lo que veo yo, no hay conflicto. En esto creo que influye mucho el liderazgo. Fue lo primero que les dije “conflictos afuera miles… o sea, administrar conflictos dentro, ninguna posibilidad, así que los evitan o no pueden formar parte de este equipo” y parece que me hicieron caso (risas).